Leyendo el libro “Robar como un Artista” de Austin Klenon me hizo rememorar una situación en mi vida donde la Inspiración y el plagio estaban separadas por una delgada línea.
Estaba terminando el último año de la carrera de Lic. en Comunicación Social. La materia era Prensa II; teníamos que escribbir notas, hacer entrevistas y participar de la revista institucional que se imprimia trimestralmente y se repartía entre toda la universidad.
La materia era anual y se cursaba durante 4° y 5° año.
Debo admitir que en 4° año, mucho no me copaba y no me involucré demasiado. Cumplí y listo.
Sin embargo en 5°año, me propuse ser más activa; además ya estaba dando mis primeros pasos en diseño gráfico, así que tenía un pluss de motivación.
El número que iba a salir impreso hacía referencia a los 50 años de la televisión.
Lo recuerdo como si fuera ayer…
Les anticipé que mi anécdota, es una de esas coincidencia desfavorables y difíciles de explicar.
Además de las notas para el interior del número, teníamos que definir la portada.
Se presentaron algunas propuestas, pero ninguna convencia mucho (eramos todos amateur en diseño).
Yo tenía una idea de hacer un «collage» con los personajes más emblemáticos de las diferentes épocas. (con el diario del lunes suena muy cliché, pero en ese momento me parecía súper original!). No es que pensaba que no se había hecho, sino que quería darle una impronta más canchera, así que le pedí a mi pareja, socio en el emprendimiento (NyN Group) y mentor en mis pasos en diseño gráfico que me ayudara a buscarle la vuelta.
Primero buscamos fotos de todos los personajes que nombramos en las diferentes notas de la revista, para que tuviera cierta coherencia. Ahí nos encontramos en que todas las imágenes, tenían estéticas diferentes y ni hablar de la poca calidad de algunas. Así que empezamos a buscar diferentes estéticas de artistas que nos gustaran e hicimos nuestro moodboard (tablero de ideas)…
De eso resulto: hacer el fondo en rallas de colores (lo que se usaba antes de empezar la programación) y pasar todas las imagenes de los artistas a una estética de garabato, como si estuvieran dibujadas.
El me mostro la técnica para lograr ese efecto…y después me acuerdo, que me quedé toda la noche para que quedará «perfecto»…en ese momento usar photoshop para mi era todo un logro asi que tardaba bastante con cada cambio.
Mandé la propuesta al toda la clase, y la aceptaron; inclusive recibí un mail de la profesora valorando la iniciativa.
Mi sorpresa vino unos días después cuando la revista sale impresa y encuentro una tapa totalmente diferente y en el interior no había una sola nota mía.
Raro… nadie me había dicho nada.
El día del exámen final cuando ingreso al oral (me habían llamado última así que estuve 3 hs esperando en el pasillo) estaban los 2 profesores de cátedra y el director. Situación completamente atípica.
Yo había preparado mi exámen y muy segura empecé a presentarlo cuando la profesora me interrumpe y me empieza a decir cosas del estilo:
– “Hiciste plagio. Nos ibas a poner en ridículo a toda la institución. No se puede confiar en vos. Lo que hiciste merece aplaso inmediato…”
Juro que no entendía nadaaaaa
El director la interrumpe y me pide una explicación.
Vuelvo al punto en que no entendía nada, así que no sabía que tenía que decir.
Ella retoma el diálogo y me dice:
– “Viste impresa la revista nueva y no te acercaste a preguntar por qué cambiamos las cosas. Menos mal que alguien nos aviso. Pensaste que no nos ibamos a dar cuenta.”
Recuerdo que le contesté sin tener mayor claridad de dónde salía tanta agresión.
-“Me esforcé con la revista, pero si decidiste publicar otra cosa no voy a estar rogando, tendrás tus razones”.
En ese momento, sacó una revista que a primera vista pensé que era la mía así que entendía menooos!!!!!!!!
En un segundo empecé a ver claridad en el asunto, y me di cuenta que No era la portada que yo había diseñado, sino que era la del diario Olé que lanzo una propuesta super mega similar a lo mio! Quizá no todos los personajes eran los mismos pero era la misma estética y juroooo que nunca la había visto en mi vida!! Ahora entendés porque es una coincidencia totalmente desfavorable?
Expliqué, entre llanto y vergüenza, cómo había diagramado y diseñado la propuesta, cómo había surgido la idea. Lloraba porque me sentía humillada y mi carrera dependería de eso.
Sentia vergüenza porque pensándolo desde la mirada de ellos claramente me veía como una “copiona”.
Cómo termina esta historia?
Me hicieron esperar un rato largo afuera…quizá fueron 10 minutos pero para ese entonces se sintieron horas.
Salió la profesora y me dio la libreta, no dijo nada.
Abro en la página de las notas y veo un “4” ese 4 valió como un 10.
Había aprobado, era lo único que importaba.
Tomar lo sucedido como una anécodota. Tenía mi consciencia tranquila.
Pero había aprendido una lección super importante sobre todo en el arte… la diferencia entre Inspiración y Plagio puede ser muy dudosa.
A ella solo la volví a cruzar, el día que tuve que presentar mi tesis frente a todos los docentes, y recuerdo que «casualmente» se había olvidado en su casa mi tesis y todo el packaging que había hecho para presentarla.
El director me acompañó durante el desarrollo de la tesis final y se que nunca dudó de mi.
Que bueno que estuvo en ese momento!